viernes, 28 de noviembre de 2014

Podríamos (posible parte 1)

Je suis de retour! ("... Pour vous jouer un mauvais tour!", como dirían los Team Rocket franceses XDXD)

¡Ya vuelvo a estar aquí con mi descontento permanente y mi verborrea característica!
¿Qué queréis? Esas cosas tiene el paro.

Vengo a añadir mi voz a todo este revuelo que está provocando Podemos en la escena política.
Y lo veo todo como observador externo, desde Andorra como bien sabéis (o no sabéis, pero ahora lo sabéis si no lo sabíais).

De ellos se ha dicho de todo: marxistas, comunistas, bolivarianos, filoetarras, antisistema, utopistas, populistas, demagogos...
Mucha gente les tiene miedo, tiene miedo al eterno coco comunista (¡bonita aliteración!).

Yo voy a dar mi humilde opinión al respecto.

No me parece justa la doble vara de medir que se les está aplicando. Y me parece que la cosa va mucho más allá de si lo que ellos proponen es realizable o no, hay muchos más elementos y matices por analizar.

A mí lo que me da miedo es que se diga que es una blasfemia garantizar un sueldo mínimo a todo el mundo, adelantar la edad de jubilación, y negarse a que el pueblo pague una deuda que no ha contraído.

A mí eso es lo que me da mucho miedo, no Podemos y su programa.

Porque eso quiere decir que estamos a favor de ser unas marionetas de los mercados.
Porque eso quiere decir que se pone al capital por encima de las personas que lo generan.

Los economistas ponen el grito en el cielo (y el elemento más esperpéntico de ello es el señor José Carlos Díez, que me ha caído a los pies en cuantísimo le ha venido esa fijación obsesiva que tiene con Podemos).
¡¡¡POR SUPUESTO QUE LOS ECONOMISTAS PONEN EL GRITO EN EL CIELO!!!
Vamos a ver, os voy a dar la noticia del día: ¿de qué corriente económica son los economistaaaaaaaaas?
¡¡¡Capitalistas!!! ¡¡¡POR SUPUESTÍSIMO, entonces, que van a poner el grito en el cielo; y el que piense lo contrario es un ingenuo sin esperanza!!!

¡Aquí cada uno quiere defender su chiringuito, así que POR SUPUESTO que se ponen a temblar!
¡Por supuesto que da miedo que venga alguien y te cierre el grifo de donde manaban comisiones, especulaciones, concesiones a puerta cerrada, corrupción y otros escándalos!
¡Por supuesto que da miedo que venga alguien a meter orden! ¡NO QUIEREN que se meta ese orden!

Porque, claro, entonces dejo de ganar pasta, y si dejo de ganar pasta, pues caca.

Y luego llega lo de la deuda. Creo recordar que Podemos usa la metáfora de lo del bar, ¿no? La de que si tú te tomas un café y llega otro al lado y se toma un gin tonic, tú no tienes por qué pagar el gin tonic del vecino. Ahí estoy de acuerdo. ¿Por qué tendría el pueblo que pagar los excesos de unas cajas de ahorros que han jugado con nuestro dinero para hacer negocios sucios y encima idiotas, puesto que han tenido que ser rescatadas?

Ya, pero y si no pagas esa parte de la deuda, ¿qué?
Mirusté, que cada uno pague lo que le corresponde.
La parte de la deuda que sea del pueblo, como es lícito, que la pague el pueblo.
Pero la que sea de los bancos, que la paguen los bancos.
Miren ustedes a Islandia (cómo no, hay que irse al Norte para encontrar señales de vida inteligentes... et TOC!): tan mal no les va, ¿no?

Ah, claro, pero es que si aprietas, luego los bancos se largan.
¿Y qué hacemos, callar y dejárnosla meter por el c***? ¡Qué valientes!
Ah, no, ya, es que si nacionalizas y sometes a reglas, ya, caca, eres un marxista de mierda proteccionista y vas a llevar al país a la ruina.

¡Bueno, señores, no soy un lumbreras, pero lo del "laissez faire, laissez passer", ya están viendo ustedes que... bien, bien lo que se dice bien... no ha ido! ¡Hombre, pa' los bancos, pojlaro, forrándose a costa de los ahorros del pueblo llano, bien sûr! Algo habrá que hacer, ¿no?

Hay que dejar a un lado ya la hipocresía que reina en el ambiente, donde el capitalismo más desenfrenado es el cielo y las normas el infierno comunista más absoluto.
Capitalismo, je veux bien, pero con normas. Porque eso de que, con tal de ganar pasta, todos los medios son buenos, ehem... no comulgo tanto.

Hay que tener en cuenta a quien genera toda esa riqueza: el pueblo.
Ese pueblo que se levanta temprano para ir a las fábricas (los dichosos que pueden, por desgracia), a los hoteles, a los bares, a los restaurantes, a la obra, a mil y un puestos de trabajo diferentes para que la economía funcione.
Pero estaremos de acuerdo que no puedes hacer funcionar una máquina que se basa en que el populacho consuma despiadadamente... si a ese populacho le cierras el grifo de la pasta. Sin pasta, no hay compras.
Sin compras no hay ganancias. Alors, à vous de voir, messieurs-dames! Es de cajón y no hace falta ser un catedrático en economía pa' entenderlo.

Y te dirán: ¿de dónde sacas el dinero para financiar todo eso, listillo?
¡Pues mira, intento nº1: no gastes un dinero que no tienes y verás como no te endeudas! Tomen nota de ello todos esos artífices de aeropuertos vacíos y demás boberías ingeniadas por la mente española.
¡Intento nº2: recorte bestial en sueldazos y comisiones de banqueros, empresarios, políticos y un laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaargo ETC que lleva mucho tiempo "cobrando por encima de sus posibilidades", verás cómo te queda un pelín de pasta!
¡Intento nº3: haz que todos esos corruptos devuelvan lo que se han llevado, que con todos los que son y los que quedan por ser, te saldrá pasta hasta de debajo de las piedras!

¡Huy, señores, las posibilidades son numerosas! Falta el coraje de aplicarlas. Los huevos, hablando en plata.

¡Por eso, ya que Podemos, también Podríamos, oigan!

Podríamos... dejarnos de tantas leches y tanto miedo.
Podríamos... dejarnos de pseudodebates predecibles "rojos vs fachas".
Podríamos... dejarnos de hipocresía.
Podríamos... dejarnos de Adanes y Evas, y de Grandes Hermanos, y ponernos a currar.
Podríamos... pero no queremos.

De modo que queramos poder. Deberíamos querer poder. Y poder, señores... Podemos. 

Así que Podamos.